El otro día iba caminando por Quito, cuando vi a una indígena que llevaba colgada una cajita con chicles, caramelos, cigarrillos y otras cosas para vender. De repente, la cajita se le cayó y me acerqué para ofrecerle mi ayuda.-¿Le ayudo a recogerlo?-Sí, mi patronita– me contestó.-¿Aquí van estos chicles?- le pregunté colocando los chicles en un rincón...